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Esta vivienda fue diseñada para una pareja donde el requerimiento del programa era muy claro: La casa debía fusionarse con el exterior y proponer en su interior espacios de máxima flexibilidad sin perder la transparencia buscada, al programa se incorporaba un único dormitorio que luego en una segunda etapa cumpliría el rol de estudio de música.

Se estableció como estrategia de proyecto una cuadricula que toma todo el ancho del lote ubicándose a 7 metros de la línea municipal, protegiendo de la circulación de la calle. Esta cuadricula se compone de 9 cuadrantes: tres de ellos se ahuecan generando patios de aire y luz produciendo un intersticio entre los 2 cuadrantes del bloque frontal donde se ubica el acceso al sector de estudio/sala de ensayo y los 3 cuadrantes el sector trasero donde se desarrolla la sala con la cocina y galería. En este intersticio, que se materializa con un puente vidriado sobre que vincula las áreas, se ubica el sector húmedo, único volumen ciego + las medianeras, que se configura también como espacio de apoyo a toda la vivienda.

Este volumen se revistió en chapa de maple natural y vinculando en un nivel inferior el décimo cuadrante: la habitación, la cual se nutre de luz cenital regulando la privacidad y sosiego necesaria para un espacio de descanso.
Se Utilizaron 4 materiales, todos ellos a la vista:
vidrio-­‐Hormigón-­‐acero-­‐madera