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En un barrio privado consolidado de la zona de Tigre, se proyectó esta vivienda, sobre un lote de alrededor de 20 x 50, con una línea de retiro de frente fuera de escuadra, que tiene la particularidad presentar un ángulo bastante pronunciado. Se buscó sacar provecho de esto, escalonando la fachada de la vivienda y retirando la puerta de acceso. Esta última se encuentra luego de atravesar un muro que protege un patio anterior donde la combinación de agua, verde y piedras que se da a través de un estanque, da acogida a los que la visitan.
La orientación sur de la casa obligó a hacer un movimiento formal para asegurarse de contar con sol en el jardín durante toda la tarde. El juego de volúmenes se estructura en dos líneas cruzadas entre la planta baja que se muestra de frente y la planta alta que se estira hacia el fondo, generando un jardín terraza para la planta alta. Esto y la menor altura sobre el fondo, posibilita el acceso del sol durante toda la tarde, algo prioritario para el uso de fin de semana.
A las paredes, siempre de 22cm de espesor que conforman la obra, se le suma la herrería y los paños de madera. Todos estos elementos se van plegando en vertical y horizontal para generar espacios cubiertos o semicubiertos, según la necesidad, en un juego armónico de repetición y orientando los ambientes en múltiples direcciones.